Cuando escribo estas líneas faltan horas para el estreno
de la quinta (y última) temporada de Jane The Virgin y los sentimientos se
entremezclan. Por un lado, está la nostalgia de saber que es el principio del
fin, que arranca la cuenta atrás para decir adiós a una serie inolvidable. Por
otro lado, está la ansiedad por encontrar una respuesta a todas las preguntas
que nos dejó la temporada pasada.
Michael
La primera y gran pregunta tiene que un claro
protagonista y destinatario. Michael. Nos debes una explicación y más vale que
sea convincente porque las lágrimas que derramó Jane, las lágrimas que derramó
el TeamMichael al completo, las lágrimas que derramamos todos los espectadores
merecen que te esmeres en aclarar qué ha pasado. ¿Dónde has estado? ¿Por qué
Sin Rostro sabía de ti? ¿Por qué has vuelto ahora? ¿Por qué nos has hecho
sufrir tanto?
Durante estos meses de espera, los espectadores (o al
menos yo lo he hecho) hemos tenido tiempo de elucubrar posibles explicaciones. ¿Has estado trabajando como infiltrado en
alguna operación hipersecreta? ¿Has entrado en el programa de protección de
testigos? ¿Has estado secuestrado por Sin Rostro? ¿Has perdido la memoria? ¿Has
estado en coma?
Michael, somos todo orejas para escuchar todo cuanto
tengas de decirle a Jane y a nosotros.
TeamRafael, en standby
Porque de las explicaciones de Michael dependen muchas
cosas. Demasiadas.
La primera es el futuro de Jane. Recordemos que ella
llegaba a casa de Rafael con el “sí, quiero” a punto de escapársele porque,
presuntamente, ésa era la noche en la que el padre de su hijo iba a hacerle la
gran pregunta. Pero Rafael, que en cuatro temporadas ha pasado de galán
descafeinado a responsable padre zen, pisó el freno y pospuso el momento
rodilla al suelo para que Jane tuviera toda la información antes de
responderle.
Tras la muerte de Michael, Jane y Rafael han pasado por
innumerables fases, pero ahora parecía que habían conseguido encajar todas las
piezas para formar una familia convencional, que ya es mucho si tenemos en
cuenta que su relación ha sido de todo menos convencional.
Por lo tanto, si Jane se ha quedado en shock, Rafael está
en standby a la espera de ver cómo reacciona la madre de su hijo ante la
resurrección de su marido. Y ahí sí que no me atrevo a hacer previsiones. Soy
absolutamente incapaz de ponerme en la piel de Jane en ese momento.
Rogelio, en casa y en el trabajo
Y mientras este triángulo amoroso acapara toda nuestra
atención, hay otro triángulo que tampoco podemos perder de vista. ¿Cuál? El que
forman Rogelio, Xiomara y River.
En cuanto a su matrimonio, parece que las cosas están
bastante calmadas, lo que ya es mucho decir. Así que ahora mismo el único
frente que tienen abierto es el de la salud de Xiomara. Y más les vale a los
guionistas que la evolución sea positiva.
Rogelio también tiene pendiente el estreno de su gran
proyecto. Esa serie que lleva años planificando. Ese salto al star system
americano. Ese paso de reconocido actor de telenovelas a destacado actor
revelación de series. ¿Llegará a grabarse y emitirse Las pasiones de Santos?
Y en medio de todo esto no podemos olvidar que Alba nos
dio una gran noticia en el último capítulo anterior. Lástima que quedara
opacada por la reaparición estelar de Michael. ¿Os acordáis? Alba se casó con
Jorge. Por regularizar la situación migratoria de él, nos dijeron, pero, ¿nos
lo creemos? ¿Seguirá siendo un matrimonio sobre el papel o ejercerán como
marido y mujer?
Y no perdamos de vista tampoco a Petra. ¿Seguirá
conservando esa tendencia natural a caer siempre de pie por muchas veces que
tropiece en la misma y en diferentes piedras?
Dentro de unas horas empezaremos a obtener respuestas… O
a tener más preguntas….Ya veremos.