Hace
un año que Fatmagül se estrenó en
España y el hecho de que recordemos perfectamente esa fecha es el mejor
indicador de la relevancia que tuvo en la audiencia. Fatmagül fue uno de los grandes fenómenos de la televisión de este
país en 2018. Veamos algunas razones
La primera turca
Fatmagül fue la primera
telenovela turca que se estrenó en España por lo que tenía un reto complicado.
Le tocó ser la punta de lanza de este tipo de producciones, pero cumplió con
creces su cometido al convertirse en la mejor embajadora del audiovisual turco.
Detrás
de ella llegaron Amor de contrabando
(Kara Para Ask), Ezel, Kara Sevda y Sila, provocando que 2018 se convirtiese
en el año del desembarco turco en España. Y parece que 2019 seguirá con esa
tendencia vistos algunos anuncios que se han ido avanzando de series que
estarían por llegar.
Éxito de audiencia
Fatmagül tuvo unos excelentes
datos de audiencia en su estreno y esas cifras no hicieron más que mantenerse
e, incluso, incrementarse. Recordemos que su capítulo final fue visto por
854.000 espectadores, un 6,2% de share, lo que la convirtió en una de las
telenovelas más vistas de la historia de Nova. Fatmagül gustó y mucho.
Otra forma de contar historias
La
historia de Fatmagül es dura, complicada de ver en algunos momentos y, por lo
tanto, también difícil de contar. La lucha de una mujer víctima de una violación
grupal por hacer justicia consiguió desde el minuto uno la solidaridad de toda
la audiencia.
Sin
embargo, el apartado romántico pudo haber supuesto una barrera. El romance de
la víctima con uno de sus victimarios (aunque su papel fuera secundario) sigue
siendo aún difícil de entender para quienes no vivieron la evolución de la
historia.
Y
ese es uno de los grandes méritos de Fatmagül.
Mostró que una historia, por muy inverosímil que pueda parecer, bien
gestionada, bien contada, bien organizada, bien detallada, puede llegar a
parecer creíble.
Pero,
sobre todo y por encima de todo, puso en la pantalla el drama que viven, cada
día, muchas mujeres. Demasiadas.
Un nuevo mundo
Fatmagül
también nos abrió las puertas a un nuevo mundo. A las tradiciones, costumbres y
hábitos de Turquía.
Descubrimos
(con horror) la importancia que aún se le da al “honor” en determinadas
situaciones, pero también averiguamos su gusto por el té, su costumbre de
calzarse y descalzarse cada vez que se entra en una casa, su respetuoso saludo
a los mayores besándoles la mano... Nos adentramos en la emoción exótica de la
noche de henna y fuimos testigos de los mil y un detalles que se caracterizan
las bodas turcas.
Al
mismo tiempo también sentimos la emoción que consigue transmitir la música
turca. Aún sin entender ni una palabra (los subtítulos de las canciones siguen
siendo una asignatura pendiente en la emisión de estas producciones), éramos
capaces de intuir a la perfección qué se nos quería decir.
La llegada de nuevas estrellas
Fatmagül también ha
convertido en cotidianos nuevos nombres que antes parecían impronunciables.
Hace un año casi había que deletrear los nombres de los protagonistas, pero a día
de hoy ya los escribimos o mencionamos sin trabarnos en una sola letra. Beren
Saat y Engin Akyürek se han convertido ya en dos estrellas más de las pantallas
españolas.
Ella
consiguió conmovernos y emocionarnos tanto que en las redes se pide con insistencia
la emisión de nuevas series protagonizadas por ella. Por su lado, Engin Akyürek
consiguió ser uno de los protagonistas del año al estar presente en nuestras
pantallas ininterrumpidamente desde los primeros días del año cuando lo
conocimos como Kerim Ilgaz en Fatmagül
hasta casi finales de diciembre cuando despedimos al capitán Omar Demir de Amor de contrabando (Kara Para Ask).
Por
estas y por otras muchas razones, Fatmagül marcó un antes y un después.
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